
En el nuevo escenario laboral, marcado por el trabajo híbrido, las nuevas expectativas de los profesionales y una creciente digitalización, fomentar el employee engagement es más necesario que nunca.
El engagement laboral es el grado de compromiso emocional, mental y motivacional que una persona siente hacia su trabajo y hacia la empresa para la que trabaja. Cuando un empleado está "engaged", se implica de forma activa en sus tareas, se esfuerza por alcanzar los objetivos y siente que forma parte de algo significativo.
Es algo más que estar satisfecho con el trabajo; es sentirse vinculado con la misión de la empresa y de tener una actitud proactiva, con ganas de aportar y crecer dentro del proyecto común.
En un entorno laboral cambiante, con modelos híbridos y nuevas expectativas por parte de los profesionales, fomentar el engagement se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas, ya que no solo mejora el rendimiento y la productividad, sino que reduce la rotación, mejora el clima laboral y refuerza la marca empleadora.
El grado de digitalización es fundamental a la hora de afrontar este reto en las empresas, ya que contar con las herramientas adecuadas para realizar una comunicación cercana con el trabajar, analizar y medir su grado de satisfacción o facilitar aplicaciones que flexibilicen la jornada es clave. Por suerte, los mejores software de recursos humanos ya integran las funcionalidades necesarias para optimizar este proceso.
El engagement laboral ha pasado de ser un concepto deseable a convertirse en un factor estratégico para las empresas que quieren adaptarse a los cambios del mercado y atraer o retener el mejor talento.
La forma de trabajar ha cambiado radicalmente, y con ello, también las expectativas de los profesionales:
En el contexto actual (marcado por el trabajo híbrido, la digitalización y una nueva cultura del bienestar laboral) las empresas necesitan equipos comprometidos, motivados y conectados con su propósito.
El engagement laboral podemos estructurar en tres niveles:
El engagement no es algo que surja de forma espontánea. Depende de muchos factores que las empresas pueden (y deben) trabajar de forma activa. Entender estos elementos te permitirá diseñar estrategias más efectivas para mejorar el compromiso dentro de tu organización.
Un buen liderazgo es fundamental. Un manager cercano, que escucha, inspira y da ejemplo, puede marcar la diferencia en el compromiso del equipo. En cambio, una gestión autoritaria o desconectada genera desmotivación.
Lograr un liderazgo consciente, una comunicación abierta, generar confianza y ser coherente con los actos es fundamental.
La forma en que se comparte la información dentro de la empresa influye directamente en cómo se sienten los empleados. La transparencia, la bidireccionalidad y la claridad fortalecen la conexión emocional con la organización.
Es importante trabajar con portales de empleado, feedback constante y transmitir mensajes alineados con los valores.
Sentir que el trabajo propio es importante y valorado impacta directamente en el nivel de compromiso. No basta con recompensas económicas: el reconocimiento emocional es igual de poderoso. La cultura del agradecimiento y la celebración de los logros son factores clave.
Las personas quieren crecer, aprender y evolucionar. Si la empresa ofrece oportunidades reales de desarrollo, genera un vínculo a largo plazo con el talento. Hay que tener en cuenta factores como planes de carrera, formación continua, mentoring y movilidad interna.
El bienestar y la conciliación se han convertido en prioridades para la mayoría de los profesionales. Una empresa que lo respeta y lo promueve, consigue mayor implicación y fidelidad. La flexibilidad laboral es fundamental.
Cuando el equipo entiende y comparte el propósito de la organización, el trabajo cobra sentido. Las empresas con una cultura sólida, inclusiva y coherente generan más engagement.
Los actuales software nos permiten automatizar estos procesos clave: