
Desde SoftDoit, como expertos en gestión de personal, te explicamos cómo crear un plan de conciliación en tu empresa.
Es una tendencia en alza, ya que su repercusión directa con la rentabilidad y la productividad está más que probada.
Las entidades que apuestan por las personas y promueven planes de conciliación laboral logran posicionarse como las más deseadas por los candidatos con mejor talento, motivan y fidelizan a sus empleados, mejoran el desempeño laboral, ganan eficacia en sus procesos y generan un employer branding que les hace destacar de su competencia.
Las empresas que estén dispuestas a innovar son las empresas con futuro, no del futuro. La conciliación laboral no es compatibilizar un puesto de trabajo con unas responsabilidades familiares, sino un derecho que todas las personas tienen a sentir un equilibrio entre vida personal, familiar y profesional. Ese equilibrio tiene un retorno muy positivo en productividad, motivación y fidelización.
Desde SoftDoit, como expertos en software de recursos humanos y gestión de personal, te damos todas las claves.
A la hora de implantar un plan de conciliación para empresas, el primer paso debe ser que la dirección y las personas que ejercen el liderazgo adopten ese compromiso, para así poder comunicárselo con eficiencia al resto de la plantilla como una apuesta empresarial para mejorar la organización. Toda la plantilla debe ser partícipe y sentirse involucrada a la hora de trabajar un plan de conciliación.
Antes de iniciar el plan de conciliación laboral debemos hacer una foto real de nuestra organización. Para ello es básico poder escuchar a la plantilla, conocer sus necesidades e intereses, qué aspectos les gustaría mejorar, etc. Así sabremos cuáles son las necesidades más comunes y qué medidas de conciliación se pueden implantar desde la empresa para dar respuesta a esas necesidades.
Las empresas deben medir la eficacia de los planes de conciliación para ver si están repercutiendo de manera positiva en una mayor productividad del trabajador y en la rentabilidad de la empresa.
La inversión realizada en planes de conciliación familiar y laboral en la empresa debe retornar en un aporte de beneficios, sino a corto, a medio plazo.
Por lo tanto, hay que examinar el plan de conciliación laboral de manera periódica, evaluando qué medidas se pueden eliminar y cuáles tienen mayor repercusión directa con la productividad o con el concepto de empresa feliz, midiendo el nivel de satisfacción de los empleados y su rendimiento
Ya nada tiene que ver con el modelo industrial basado en procesos, sino que ahora las organizaciones tienen que poner el foco en las personas. Además, hay que tener en cuenta que, por primera vez en la historia, dentro de las empresas encontramos cuatro generaciones, con necesidades y propuestas de valor diferenciadas: la baby boomer, la generación X, los millennials y los centennial. Aquellas empresas que sepan sacar lo mejor de cada una de ellas son las que se van a posicionar mejor en el mercado.
El trabajo por objetivos forma parte de este nuevo escenario a la hora de afrontar un plan de conciliación para empresas. El modelo ya no se basa solo en cumplir un horario, sino que hace falta contar con unos empleados motivados, eficientes, y que los salarios vayan parejos a su rendimiento.
En este escenario, hay que dejar de penalizar carreras profesionales por la parcialidad de sus jornadas. Muy unido a la brecha salarial que acabamos de ver, resaltando que la creatividad y la productividad no tienen que estar relacionadas con las horas invertidas.
Ya no sirve el modelo de jefe tradicional y vertical, sino que son mucho más productivos los modelos de liderazgo más horizontales que buscan la motivación de las personas de un equipo de trabajo por encima de la obediencia.
Este nuevo líder debe poner el foco en las personas, no en los procesos o recursos, fomentando para ello la escucha activa y la honestidad.
Este liderazgo permite identificar los puntos fuertes de los empleados, comprender sus necesidades, evitar el burnout en la plantilla y mejorar el rendimiento de toda la organización.
Más allá del marco legal, las compañías deben ser proactivas en la implantación de medidas de conciliación laboral, adaptándose a las necesidades de su equipo humano e innovando en sus procesos de selección y de apoyo a la carrera profesional de sus empleados.
Para ello, podemos contar con valiosos software para fomentar la conciliación familiar y laboral.
El Real Decreto 902/2020 de igualdad retributiva se ha sumado a otras normativas aprobadas en los últimos años para promover una igualdad de oportunidades real entre hombres y mujeres en el ámbito laboral. Una de sus grandes novedades es que todas las empresas del país deben llevar a cabo un registro salarial obligatorio. Una importante medida para acabar con la brecha salarial, pero ¿es realmente efectiva?
Si bien las empresas están obligadas a realizar el registro salarial, no todas deben llevar a cabo una auditoría retributiva y poner en marcha medidas que garanticen la igualdad, solo aquellas con más de 50 empleados. Si tenemos en cuenta que en España más del 95% del tejido empresarial son pymes, pequeñas y medianas empresas con menos de 50 trabajadores, estas medidas no son aplicables en su gran mayoría.
Por lo tanto, les toca a las organizaciones tomar las riendas en materia de igualdad e implantar planes de conciliación laboral de manera proactiva para convertirse en compañías felices, que fomenten el bienestar de sus empleados y realicen una efectiva gestión del talento.
Ahora que hemos profundizado en las medidas de conciliación y las ventajas que ello conlleva, vamos a contextualizar en qué punto se encuentra esta medida en España, y cómo afecta un aspecto tan importante como es la brecha salarial.
En el primer trimestre de 2020, la brecha salarial entre hombres y mujeres estaba en torno al 24%, con cerca de 5.000 euros al año de diferencia. Estos datos han empeorado en 2021; en el mismo trimestre, la brecha salarial ha ascendido hasta el 36%.
Es en este aumento del 12% donde empezamos a ver una realidad para la conciliación familiar y laboral. La gran mayoría de ese porcentaje, el 9%, está relacionado con una reducción de las horas de su jornada de trabajo por parte de las mujeres durante la gestión del teletrabajo en la pandemia. El rol de cuidador en la familia queda de esta manera expuesto a una cuestión de género y a la falta de oportunidades de conciliación.
A día de hoy es muy complicado encontrar una diferencia salarial de género ante un mismo puesto de trabajo, pero los datos no engañan. La desigualdad se encuentra en los complementos salariales extraordinarios, mucho más difíciles de medir objetivamente: horas extra, pluses, dietas, desplazamientos, productividad, etc.