
En esta guía te contamos qué es upskilling y reskilling, cómo puedes identificar brechas competenciales en tu empresa e implementar programas de desarrollo de habilidades, y qué herramientas automatizan este proceso.
El upskilling y reskilling son dos conceptos que se han convertido en toda una tendencia dentro del panorama empresarial actual. Son técnicas de recursos humanos que vienen del término inglés skill (habilidad).
Las empresas que invierten en estas áreas de formación continua de sus equipos están mejor preparadas para hacer frente a los desafíos actuales y futuros del sector, manteniendo a su fuerza laboral alineada con las demandas emergentes del mercado.
Al apostar por estrategias que consolidan nuevas competencias, no solo aseguran su competitividad, sino que también contribuyen al desarrollo profesional y personal de sus empleados, creando un entorno de trabajo más dinámico, motivador y preparado para el futuro del trabajo.
Fomentar el upskilling y reskilling contribuye a crear una cultura empresarial que valora el aprendizaje continua (never stop learning),atrayendo nuevos talentos y mejorando su imagen.
Un software es fundamental a la hora de facilitar y optimizar los procesos de upskilling y reskilling en las organizaciones modernas. Estas herramientas tecnológicas simplifican la gestión de los programas de desarrollo de habilidades, pero también proporcionan datos valiosos para una implementación más efectiva.
Vemos algunas funcionalidades clave de estas plataformas:
El mercado laboral actual está marcado por una evolución constante y acelerada, impulsada en gran medida por unos avances tecnológicos sin precedentes. Esta dinámica ha hecho que el upskilling y reskilling se conviertan en estrategias esenciales para las empresas que buscan prosperar en este entorno cambiante.
Una de las tendencias más significativas es la digitalización, que está redefiniendo numerosos roles y sectores. La automatización y las aplicaciones de inteligencia artificial están transformando la forma en la que operan los negocios, lo que requiere que los equipos adquieran nuevas habilidades para trabajar con estas tecnologías y sacarlas el máximo provecho.
Además, la emergencia de campos como el big data o la ciberseguridad o la consolidación de la digitalización industrial demandan competencias especializadas que no eran necesarias hace una década.
Surgen nuevos puestos, y es necesario optimizar el desempeño para lograr una completa empleabilidad de nuestra plantilla.
Otra tendencia importante es la creciente demanda de habilidades blandas (soft skills), como la creatividad o el pensamiento crítico.
Muchas tareas y procesos de las empresas ya se pueden automatizar con el adecuado programa de contabilidad o software industrial, por ejemplo, por lo que este tipo de aptitudes menos técnicas son clave para diferenciarse de la competencia. La resolución de problemas y la innovación viene respaldada por las habilidades humanas, no por las máquinas.
La pandemia de COVID-19 aceleró la adopción de nuevos modelos de trabajo en las compañías, como el trabajo híbrido y la colaboración digital en remoto.
Para poder trabajar de forma colaborativa a través de plataformas tecnológicas, lograr una comunicación efectiva y autogestionar la actividad diaria en entornos remotos, es necesario apostar por una formación digital, tanto para empleados como para directivos.