
No te quedes atrás y conoce todas las claves para convertirte en una buena marca empleadora que atraiga y fidelice el talento. Desde SoftDoit, te explicamos qué es el employer branding, estrategias para mejorar tu marca empleadora y sus ventajas.
Employer branding es la imagen que transmite una empresa como marca empleadora, tanto a sus empleados como a los posibles candidatos; su reputación a la hora de ofrecer una propuesta de valor a sus trabajadores.
El employer branding está directamente relacionado con el liderazgo consciente, con la experiencia del empleado dentro de la empresa y con la percepción que tiene el candidato en el proceso de selección.
En plena digitalización de los procesos de negocio, es el compromiso y la creatividad del capital humano lo que diferencia la capacidad de crecimiento y de competitividad de una empresa.
Diferentes generaciones, con sus propias necesidades y valores, forman parte de la plantilla de las organizaciones. Desde los baby boomers, que buscan una mayor estabilidad, a las nuevas promociones de empleados, muy bien preparados y digitalizados, que no temen tanto cambiar de trabajo y que ponen su foco de atención en pertenecer a una empresa que les ofrezca algo más que una buena remuneración.
La guerra del talento es uno de los retos más importantes para el departamento de recursos humanos. Los buenos profesionales escasean, sobre todo en aquellos sectores que necesitan mayor especialización o trabajo cualificado. La gestión del talento es fundamental.
Así que las compañías deben poder captar a los mejores profesionales teniendo en cuenta que escasean, que las necesidades de los candidatos están cambiando y que, antes de entrar en un proceso de reclutamiento, buscan referencias en internet y en redes sociales.
¿Cómo destacar para atraer el mejor talento y fidelizarlo? Aquí entra en juego la imagen como marca empleadora: el employer branding.
La ventaja competitiva de una empresa solía venir de su avance tecnológico o de su localización estratégica. Actualmente, es contar con los mejores empleados, profesionales que posean la capacitación y las soft skills necesarias para ejecutar los proyectos con éxito. La diferenciación está en el talento que somos capaces de atraer y fidelizar.
Por eso, cuando hablamos de marca empleadora, nos referimos a la reputación que tiene una compañía como lugar de trabajo y qué propuesta de valor ofrece a los empleados.
La llegada de las nuevas generaciones ha sido uno de los grandes detonantes de este gran desafío que supone para las empresas el destacar como marca empleadora. Demandan mucho más factores que los relacionados con el salario económico o la estabilidad laboral.
La flexibilidad y la autonomía en la gestión del tiempo tiene mucha más relevancia; el poder decidir cuándo, cómo y dónde, siempre que se cumplan con los objetivos.
Entonces, ¿qué podemos ofrecer para que ese talento trabaje con nosotros y no con otro? Ya no son solo las empresas las que eligen a sus empleados, ahora también es a la inversa.
El mejor talento investiga a fondo el lugar en el que quiere trabajar. Busca reviews en internet, entre en su página de empleo y mira sus redes sociales y perfiles de sus empleados en LinkedIn.
Una vez que hemos atraído el talento, el siguiente reto es fidelizarlo; que nuestras propuestas de valor no se queden en nada, que ofrezcamos una buena experiencia para retenerlo en nuestra plantilla.
Si queremos presumir como marca empleadora, tenemos que tener cuidar todo el viaje del empleado dentro de la empresa para poder fidelizarlo y evitar problemas de rotación, absentismo y la temida fuga de talento, desde la fase en la que conoce a la compañía hasta su incorporación, desarrollo y crecimiento dentro de ella como profesional, en un buen ambiente de trabajo, con iniciativas proactivas que mejoren su día a día.