
Desde SoftDoit, como expertos en CRM, hemos elaborado esta guía para explicarte bien para qué sirve y todas sus ventajas a la hora de atraer y fidelizar clientes.
Si un cliente comienza su comunicación con la empresa a través de las redes sociales, esta información no debe quedarse estancada en este canal, sino que se registrará y compartirá en todos los demás (comercio físico, email marketing, propuestas comerciales…) hasta finalizar el proceso de compra. De esta forma, los datos sobre un cliente ni se duplican ni se pierden de una plataforma a otra.
¿Y cómo se logra? Gracias a un CRM omnicanal, con el que se pueda coordinar todos estos procesos de compra y compartir la información obtenida en cada canal sobre un mismo cliente. De esta manera, la acción estratégica a implantar es la misma para todos los responsables de cada área.
Por suerte, la mayoría de los mejores CRM ya incorporan este omnicanalidad, que permite ofrecer una experiencia de compra personalizada. Aumentar su nivel de satisfacción y de fidelización es su principal objetivo, ya que disponemos de una visión global de sus interacciones.
Ya hemos visto cómo a través de un CRM omnicanal es posible gestionar y unificar todos los procesos de comunicación, venta y fidelización de una empresa hacia sus usuarios.
Hoy en día los clientes premian (incluso opinan sobre ello en las redes) una atención personalizada y ágil en sus procesos de compra. No quieren repetir la misma información en cada canal, y sí que la empresa sea consciente de sus necesidades.
En plena era digital, donde prima la instantaneidad y los servicios personalizados del Marketing 4.0, ofrecer un mismo mensaje y una misma estrategia de ventas es muy importante de cara a cumplir los objetivos empresariales y hacer sentir importantes a los clientes en este proceso.
La fluidez, proximidad, uniformidad y la alta capacidad de respuesta son las grandes bazas del CRM omnicanal, sobre todo en estos momentos en los que el consumidor está permanente conectado a Internet y pasa de un canal a otro rápidamente. Un cliente se sentirá más satisfecho si ve que sus datos de contacto y de compras están registrados desde su primera toma de contacto.
En sectores como el ecommerce o el retail su implantación es imprescindible, ya que es donde el consumidor interactúa a través de más medios hasta realizar su compra final, incluso ya se puede comprar a través de las propias redes sociales y un simple teléfono móvil.
Un cliente satisfecho con la atención recibida repetirá más fácilmente esta experiencia y, posiblemente, aconseje a otros consumidores.
La conversión es mayor, así como las oportunidades de venta.
Independientemente del canal que elijan en primer lugar para llegar hasta el negocio, tendremos una visión global de toda su experiencia de compra y transmitiremos un mensaje homogéneo hasta el final.
Seguiremos en todo momento la evolución del cliente, rastreando su interacción a través de múltiples canales y recogiendo esta información en una misma base de datos, disponible para todos los trabajadores a los que repercute.
Al disponer de esta gran cantidad e información del consumidor, es mucho más fácil elaborar estrategias de venta y marketing. El control general del negocio es mayor gracias al constante flujo de información, permite establecer patrones y adelantarse a las campañas estacionales.
El usuario se acaba identificando con la marca y valora la atención que recibe, destacando la empresa de la competencia. Si ya conoce sus gustos, preferencias y datos de contacto, es más difícil que cambie de compañía y se sienta seguro interactuando. La personalización a través de una experiencia unificada es la clave.
Los trabajadores y comerciales disponen de una gran cantidad de información relativa a cada cliente en tiempo real, lo que permite un mayor control de sus estrategias de venta y ofrecer una atención de calidad y personalizada.