Toni Guitart, CEO de Billage

¿Cuándo surge Billage y cuáles eran vuestros objetivos a la hora de introduciros en el mercado del software empresarial?

Con toda esa experiencia acumulada en la consultora, empecé a tener ganas de montar algo más, un software que pudiera solucionar el día a día de las pequeñas empresas. Y surgió Billage. Mi socio y yo empezamos a desarrollar el código y, un par de años después, en 2013, lanzamos la primera versión del programa, que hemos ido evolucionando hasta hoy.  El mundo del software empresarial es muy denso, hay muchos players: locales, internacionales, pequeños, grandes... Así que da un poco de vértigo. Pero cuando te fijas en los detalles, vas viendo que hay huecos en el mercado, que todavía quedan muchas cosas que se pueden mejorar y optimizar. Y esa es la razón por la cual monté Billage, porque estando en contacto con muchos clientes pequeñitos detecté que había una asimetría entre sus problemas reales y la industria del software. Al final lo que se necesita es simplicidad, integración y trabajar sobre flujos que estén bien organizados, que te permitan ser mucho más ágil y que con darle un clic las cosas funcionen, no tener que romperte la cabeza a la hora de enviar un dato.

 
En 2011 comencé a darle vueltas a la idea de crear un software para solucionar los problemas compartidos por los autónomos y las pequeñas empresas.
 
 
Billage no es modular, sino que ofrece diversas soluciones que te permiten gestionar tu negocio: desde crear un cliente, emitir una factura o gestionar un proyecto.

¿Qué caracteriza a vuestra solución para emprendedores y pequeñas empresas?

Yo creo que el concepto de flujo o de todo en uno. Si te fijas en la pequeña empresa y empiezas a rascar, te das cuenta que no está muy digitalizada, que trabaja con papel y con Excel. Y la que está digitalizada trabaja con herramientas que están en la nube pero que no están conectadas, lo que tampoco es eficiente. Cuando los flujos no están conectados, tienes que tirar de la parte humana para avanzar en ese proceso. Nosotros lo que hacemos en ordenar la casa, el flujo de datos de clientes y proveedores y, a partir de ahí, poder empezar a hacer facturas, conectar bancos, cobrar, pagar, gestionar oportunidades y tareas comerciales... Las empresas tienen una única ventana para ver el negocio, y eso aporta un valor tremendo.

 
Las pequeñas empresas se enamoran de nuestro producto porque entendemos qué es lo que quieren conseguir, lo diseñamos y lo hacemos de una forma muy asequible.
 
 

¿A qué sectores empresariales se dirige principalmente?

Sobre todo a nativos digitales, a empresas y/o usuarios que están acostumbrados a trabajar en la nube, como desarrolladores, diseñadores o gente de marketing y comunicación; a quienes les gusta la digitalización, ser eficientes, que están cómodos trabajando con herramientas en la nube y son mucho más exigentes a nivel de usabilidad y experiencia. Luego también se dirige a sectores que no son tan nativos digitales pero que están saltando a la nube, como pueden ser abogados, consultores, ingenieros o arquitectos; básicamente, empresas de servicios cuya materia prima es el tiempo, porque uno de los grandes retos es cómo transformar mi tiempo en facturas, registrar horas, perfiles, costes, etc.

 
Si estás haciendo un proyecto, un entregable cuya materia prima es el tiempo, tienes que tener herramientas que te permitan no solo facturar las horas, sino el rendimiento de ese proyecto.
 
 
Había soluciones demasiado complejas, con aplicaciones que sobrepasaban las necesidades de la pequeña empresa, así que  decidimos diseñar un software para esos problemas de negocio de una forma mucho más amigable, fácil e integrada.
 

¿Cómo va a ser vuestro salto al sector de las asesorías y despachos?

El sector de asesorías y gestorías está en plena revolución, y están obligadas a mejorar sus procesos. Actualmente los clientes de esas gestorías envían la información de una forma muy heterogénea e ineficiente. Algunos lo hacen con Contaplus y otros con Excel, otros incluso con papel y muchísimos todavía con tickets. Al final lo que aportan las gestorías es la entrada de datos, que el cliente no tenga que picar los asientos contables, y eso es una tarea manual y de muy poco valor. Lo que está sucediendo es que las gestorías de nueva creación, o incluso los bancos que se están metiendo en este negocio, son empresas con soluciones de gestión en la nube, con el foco en la integración, en la eficiencia, en la digitalización; y se pueden permitir el lujo de ofrecer precios muchísimo más baratos porque son mucho más eficientes entregando un servicio de más valor. Por otro lado, las gestorías tradicionales se están quedando un poco rezagadas, porque los clientes nuevos y las startups ya van directamente a la nube. Entonces, ¿cómo pensamos desde Billage que podemos aportar valor en este contexto cambiante? Pues actuando como un plugin; es decir, no queremos cambiar su forma de trabajar ni tocar su software, nosotros lo que queremos es ser una especie de facilitador entre el cliente final y la gestoría.

 
¿Cómo va a ser vuestro salto al sector de las asesorías y despachos?
 

¿Qué funcionalidades vais a desarrollar en vuestra aplicación para asesorías?

Con Billage van a poder emitir facturas electrónicas, conectar los bancos o exportar las facturas recibidas en el formato que necesita la gestoría, con lo cual todo ese trabajo de entrada manual de facturas o semi manual nos lo cargamos, lo que ya aporta muchísimo valor. Esto implica un cambio en la propuesta del negocio. Ya no actúa como un mero introductor de datos, sino que tiene que ofrecer servicios de más alto nivel. Y ahí se están metiendo también los bancos, que están mutando y están viendo otras formas de aportar valor a las pequeñas empresas. Por un lado hay aplicaciones de gestión tradicionales y las más nuevas como Billage, luego están los bancos intentando también comer parte de ese mercado y, por último, las gestorías. Estos son los tres entes que tradicionalmente proveen servicios a las pequeñas empresas y creemos que van a tender a fusionarse; es decir, que desde la propia herramienta de gestión donde tú creas tus clientes, proveedores, facturas y demás, vas a tenerlo todo embutido: cuentas bancarias, cobros y pagos y la presentación de impuestos a un solo clic. Tenemos que estar preparados para este nuevo paradigma y poder aportar valor al sector.

 
Hacienda está invirtiendo en recursos para fomentar la digitalización en la comunicación con las empresas, en crear un nuevo escenario en el que la factura emitida y recibida va a ir directamente a la agencia tributaria.
 
 
No queremos desarrollar todo lo que ya está en el mercado, sino lo esencial para la pequeña empresa y, a partir de aquí, que pueda integrar sus herramientas  favoritas: mailchip, zapier, correo electrónico, etc.
 

¿Cuáles son las herramientas más importantes que integra Billage?

El concepto de todo en uno es muy subjetivo, porque depende del momento en el que estés. No es lo mismo estar creando una empresa, que creciendo o pivotando. Entonces lo que intentamos no es decir a las empresas cómo tienen que gestionar sus negocios, si no proveerles de una plataforma, un hub de soluciones que permiten gestionar una serie de micro procesos. Al final nosotros no vamos a estar hasta el infinito desarrollando funcionalidades; hay un techo funcional, cosas muy básicas que son denominador común de una empresa, como puede ser la gestión de clientes, de la tesorería, de proyectos, bancos, etc. Pero a partir de ahí, actuamos también como un integrador con terceros. Nos integramos con neobancos, cuentas bancarias, eCommerce, Google, etc.

 
Eso es lo que aporta valor; entrar en una única aplicación y que integre todo lo que necesitas para gestionar tu negocio.
 
 

¿Qué nuevas funcionalidades vais a presentar o estáis desarrollando?

Teníamos una deuda con nuestros clientes, que era nuestra app. Estaba un poco más abandonada porque nos hemos centrado más en el usuario desktop. Así que hemos hecho una app desde cero, nativa para Android e iOS, de la cual estamos muy orgullosos. Con suerte lanzaremos en junio la primera versión. Empezaremos con la parte de tesorería, facturación y gastos, y por julio o agosto sacaremos la app con la versión embebida de captación de tickets, que es una de las cosas que también teníamos pendiente, poder hacer una foto y exportarla a factura. Hemos ido lentos, pero queremos aportar valor a nuestro cliente con inteligencia bancaria e inteligencia de tesorería, ofrecerle recomendaciones para tomar mejores decisiones y, por otro lado, gestionar también la parte más transaccional que es el movimiento de dinero: pagos, cobros, conexiones con Stripe o emitir transferencias. Poder contabilizar una factura al proveedor y, con un clic, emitir una transferencia o automatizar pagos recurrentes. Al final son cosas que desde el punto de vista práctico son pequeñitas, pero desde el tecnológico son muy ambiciosas.

 
Esperamos que sea una de las mejores apps del mercado, será muy potente, muy enfocada en la gestión de la tesorería, en análisis del dato con inteligencia y automatizar movimientos de dinero.
 
 
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