Las empresas tecnológicas españolas con sede en Reino Unido no podrán garantizar que los servicios se mantengan en los mismos términos.
Consecuencias del Brexit para las empresas tecnológicas españolas
¿Qué ocurre si se ejecuta un Brexit duro?
El Parlamento británico pospone el Brexit y obliga a Boris Johnson a solicitar de nuevo una prórroga para evitar un Brexit duro pero, ¿qué consecuencias tendría una salida abrupta de la Unión Europea para las empresas tecnológicas españolas?
Ya en el año 2016 el Brexit se sometió a votación y el resultado del referéndum fue que un 51,9% de los británicos estaba a favor de la salida.
Desde entonces, el sector tecnológico británico aseguró en un informe las graves consecuencias del Brexit que recaerían sobre las empresas en Reino Unido y en el resto de la Unión Europea.
Este informe recoge que el acceso de talento se puede ver afectado. Cada vez menos empresas españolas querrán acceder al mercado británico. Además, debemos recordar el peso que tiene Europa en el sector tecnológico de Reino Unido: la programación de ordenadores, consultorías y actividades relacionadas forman el sector que más ingresos obtiene por las exportaciones.
Por ello, las empresas españolas están trazando un plan de cambio de sede para trabajar bajo el amparo de la Unión Europea.
Consecuencias del Brexit
Las consecuencias del Brexit podrían comprometer la posición de liderazgo de Gran Bretaña en la economía digital, las restricciones de libre circulación de personas y datos, y la falta de financiación europea dañarían de forma importante su economía.
Las principales amenazas de los intereses de las empresas españolas serían:
- La caída de la economía británica que aporta desestabilidad al mercado.
- La caída de la libra.
- La imposición de aranceles aduaneros que complicaría la situación en las fronteras.
La caída de la libra tiene un impacto directo y negativo en las empresa españolas con sede en Londres. Provoca la disminución de los beneficios que se pueden repatriar en euros, además de las dificultades de importación.
Las empresas tecnológicas españolas ya están buscando sede dentro de la UE para instalar sus operaciones europeas en un lugar seguro y no perder los beneficios que aporta la comunidad, como puede ser la libre circulación de ciudadanos y datos.
En el momento en el que la decisiva de Boris Johnson de salir de la UE se lleve a cabo, el país comenzará con las restricciones aduaneras.
A partir de ese momento, se regirán por las normas de la Organización Mundial del Comercio.
Es en este punto donde surgen las dudas sobre cómo afectará de forma directa al sector tecnológico. Hasta ahora, estas empresas seguían la regulación de protección de datos y privacidad de la información establecida por la UE. Por ello, las compañías del sector tecnológico se mostraron contrarias al Brexit debido a la delicadeza del manejo y tráfico de información y datos fuera de una estructura ya formada como es la Unión Europea.
Si la decisión de Johnson finalmente es la de una salida dura, las empresas tecnológicas españolas que almacenan datos en Reino Unido se verán afectadas. Por ello, es importante trabajar en las rutas de los flujos o en volver a escribir la documentación para poder cumplir con la Ley de Protección de Datos de la UE.
Las consecuencias del Brexit comenzarán a notarse en un período corto de tiempo. El sector tecnológico británico y de la UE esperan que Reino Unido sea flexible en el momento que tenga que tomar la decisión de incluir medidas de seguridad ya establecidas por otros organismos.
Un Brexit duro no solo afecta a nivel legislativo o de normas sobre la seguridad de protección de datos, sino que los proyectos tecnológicos se verán afectados hasta que no haya una decisión firme, como ha estado sucediendo desde que comenzó la campaña del Brexit.
Debemos preparar la movilidad de los recursos para la adaptación de las empresas a una nueva normativa de seguridad de protección de datos ante las posibles consecuencias del Brexit.
¿Cuáles son las opciones para la normativa de protección de datos?
La mejor opción para las empresas españolas es que Reino Unido minimice los riesgos eligiendo una postura flexible como ya han hecho otros países, por ejemplo Noruega. Consiste en negociar un acuerdo en el que se señala la aplicación de las regulaciones de datos que lleve a cabo la UE, sin tener decisión sobre ella. A cambio de optar por esta postura, Gran Bretaña obtiene acceso pleno al mercado único y al tráfico de libre información.
Esta sería la opción más beneficiosa para España, ya que las regulaciones se mantendrían como hasta ahora, siguiendo la legislación de la UE.
Una segunda posibilidad es la de crear una normativa más estricta y segura que la vigente. Esta propuesta tendría que ser analizada y aceptada por la comisión. Si esto sucede, podrían incluir a Gran Bretaña en el listado de países seguros. Ciñéndonos a los pasos que se están dando desde que comenzó el Brexit, parece que será una salida abrupta, por lo que esta opción es la más probable ante el marco que está viviendo el país.
También podría seguir los pasos de Suiza donde se rigen por su propia regulación de datos, pero requieren a las empresas que trabajan en la UE que cumplan la legislación comunitaria.
Sin embargo, ante esta situación de cambio, muchos países ven en las consecuencias del Brexit, la posibilidad de mejorar el rendimiento de las empresas, aumentar la calidad o la inversión. España ahora tiene la oportunidad de ofrecer servicios tecnológicos y, así, cubrir una demanda de países terceros.