China es una de las principales potencias mundiales en cuanto a desarrollo tecnológico, lo que ha sido de gran utilidad para que se sirvan de diferentes técnicas que mejoran el control de la crisis sanitaria originada por el COVID-19.
¿Qué tecnologías ha utilizado China para luchar contra el coronavirus?
Fecha de publicación: 18/03/2020
La ciudad de Wuhan, en China, fue el foco originario del coronavirus a finales de 2019 y, tras casi dos meses de cuarentena, han logrado superar esa fase y retomar las rutinas de forma paulatina. Para ello han utilizado diversas tecnologías que han permitido tener un mayor control de la crisis sanitaria.
El gigante asiático ha utilizado la inteligencia artificial (IA) para diseñar patrones y establecer diferencias entre los pacientes contagiados por coronavirus y aquellos que padecen neumonía. Esta técnica, desarrollada por el Instituto de Investigación Damo Academy de Alibaba, ha logrado un acierto del 96% gracias a la aplicación de IA que dispone de automatización de tareas y un rápido aprendizaje que permite la toma de decisiones de forma autónoma.
Otros grandes protagonistas durante la pandemia han sido los robots, que se han encargado de repartir medicación y alimentos en hospitales evitando así el contacto entre personas y siendo dirigidos por especialistas desde un mando de control. De este modo la tecnología ha contribuido a disminuir los contagios.
Los drones han sobrevolado el país para entregar medicinas, recordar que todos los ciudadanos deben cumplir la cuarentena o desinfectar aquellas zonas de alto contagio.
Estos son algunos ejemplos de tecnología que ha utilizado China y que demuestra la versatilidad de los sistemas para colaborar en situaciones de urgencia y verdadera necesidad como el COVID-19.
Los sistemas automatizados han permitido comprobar la temperatura de pasajeros en estaciones y aeropuertos sin la intervención de personas.
Se ha desarrollado una máquina de tomografía computerizada (TC) que permite realizar la prueba de coronavirus sin acudir al hospital, lo que contribuye a un menor colapso en los centros sanitarios.