La inteligencia artificial y el PNL se han unido para beneficiar acciones del tejido empresarial aportando valor a la experiencia de usuario y ahorrando un gran número de horas.
¿Puede un dispositivo entender, procesar y generar lenguaje como lo hace un humano?
Fecha de publicación: 20/04/2020
Los software de inteligencia artificial (IA) ya se utilizan en múltiples sectores del tejido empresarial y gracias a ellos las compañías han podido delegar en máquinas muchos de los procesos que componen su arquitectura, permitiendo a los empleados dedicar su tiempo y esfuerzo en acciones más específicas y complejas.
Además de las ventajas habituales o más conocidas de la IA, existen otras que pueden ser de gran beneficio para el mercado empresarial. De la IA surge una ramificación denominada procesamiento del lenguaje natural (PNL), que se dedica exclusivamente a la comunicación y a la comprensión del lenguaje natural, pudiendo corregir de forma automática faltas de ortografía, textos con erratas, detectar palabras de uso coloquial, etc.
La tecnología machine learning o aprendizaje automático es la base del PNL, ya que permite el almacenamiento de palabras y la composición de textos o relación entre palabras, del mismo modo que sucede con otras áreas como la de datos.
Los motores de machine learning almacenan palabras, frases, textos completos y son procesadas teniendo en cuenta reglas ortográficas, gramaticales y el lenguaje habitual. En base a ello el dispositivo establece una serie de patrones que serán utilizados cuando el usuario realice la búsqueda.
El machine learning es la base del procesamiento del lenguaje natural; permite el almacenamiento de palabras y textos para diseñar patrones.
El PNL optimiza acciones como búsquedas de navegación, chats, traducciones, correos electrónicos, documentos, asistentes por voz, etc.